Manejo y transporte de residuos peligrosos: Normativas vigentes en México
El manejo y transporte de residuos peligrosos en México está regulado por estrictas normativas para minimizar riesgos ambientales y sanitarios.
Las empresas que generan o trasladan estos materiales deben cumplir con requisitos específicos establecidos por la ley para garantizar su correcta disposición. En RG compartimos cuáles son las medidas que debes conocer para operar dentro del marco legal y evitar sanciones.
Principales leyes y regulaciones en México para el transporte de residuos peligrosos
En México, el manejo y transporte de residuos peligrosos está regulado principalmente por la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR).
Esta ley establece las disposiciones para la recolección, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de estos materiales, garantizando la protección del medio ambiente y la salud pública.
Además de la LGPGIR, la Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005 define los criterios para clasificar los residuos peligrosos según sus características de toxicidad, inflamabilidad, corrosividad y reactividad.
También se debe cumplir con la NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 en el caso de residuos biológico-infecciosos y con la NOM-054-SEMARNAT-1993 para residuos incompatibles.
El cumplimiento de estas normativas es supervisado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Ambas entidades realizan inspecciones y aplican sanciones a las empresas que no sigan las regulaciones establecidas.
Diferencias entre residuos peligrosos y no peligrosos según la legislación
La legislación mexicana distingue entre residuos peligrosos y no peligrosos en función de sus características y el impacto ambiental que pueden generar.
Los residuos peligrosos son aquellos que presentan propiedades corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológico-infecciosas. Su manejo y transporte requieren permisos especiales y estrictas medidas de seguridad para evitar riesgos.
Por otro lado, los residuos no peligrosos son aquellos que no representan un riesgo significativo para la salud o el medio ambiente.
Estos incluyen materiales reciclables como cartón, plástico, vidrio y ciertos desechos orgánicos. Su disposición es más flexible y puede realizarse a través de los servicios municipales de recolección.
Las empresas deben conocer los criterios regulatorios para que así identifiquen correctamente el tipo de residuos que generan para cumplir con las regulaciones y evitar sanciones. Una mala clasificación puede derivar en multas o en daños ambientales graves.
Obligaciones de las empresas en el manejo y transporte de residuos peligrosos
Las empresas que generan o transportan residuos peligrosos deben cumplir con una serie de obligaciones legales para garantizar su correcto manejo y minimizar riesgos y RG es una de ellas. Entre las principales responsabilidades se encuentran:
Obtener los permisos y registros correspondientes ante la SEMARNAT para la recolección y transporte de residuos peligrosos.
Contar con un plan de manejo que incluya procedimientos específicos para almacenamiento, traslado y disposición final de los materiales.
Utilizar vehículos adecuados y certificados para el transporte de residuos peligrosos, con señalización y medidas de seguridad establecidas por la normativa.
Capacitar al personal en el manejo seguro de estos residuos, así como en protocolos de emergencia en caso de derrames o accidentes.
Llevar un registro detallado de la cantidad y tipo de residuos transportados, así como los destinos finales donde serán tratados o eliminados.
El cumplimiento de estas obligaciones no solo evita sanciones, sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente y la seguridad de los trabajadores involucrados en estas actividades.
El manejo y transporte de residuos peligrosos en México está sujeto a estrictas regulaciones que buscan proteger la salud y el medio ambiente.
Cumplir con estas normativas es básico para evitar sanciones y garantizar un proceso seguro.